lunes, 2 de agosto de 2010

... En la estación Tribunales de la línea D alguien se había descompuesto.... Por como iba el subte, colmado de personas, y por la cantidad de gente que la rodeaba no tuve la oportunidad de ver si era un hombre, una mujer o quizás y más amargo, una criatura... Como siempre, el apuro apremia y como ya había mucha gente, decidí no bajar... mientras el subte arrancaba sorprendí un gesto que me lleno el corazón. Una mujer, de unos 40 o 50 años, se acercó a la persona que se sentía mal y le regaló una caricia... Yo no sé si la persona estaba sucia o limpia, si tenía mucho o nada, pero este gesto simple y lleno de amor de una sola mujer me iluminó el día... No sé quien era, ya no me acuerdo de su cara, sin embargo, el gesto, me acompaña permanentemente.